UN RECUERDO
Me gusta tu valor nauseabundo y pervertido
conquistador
de vanos oropeles,
perfecto
esclavo de un triste deseo que,
olvidado entre leyendas,
quizás puedas
escribir mañana
con algún que
otro sollozo tardío,
con algún que
otro rencor perdido
Sueños como nubes.
Dulces colores que no puedes soñar.
Hay una maldición en tu mirada
aunque sé que me acogerá un dia
con la tristeza del traidor
que llegó a
ser ángel
Supiste acaso
que perseguíamos a aquellos
dioses
que nos
perseguían?
Y ahora que importa si los caminos están rotos.
Cuanto tardaste en darte cuenta de
que pocas estrellas había para
tantos exploradores?
Y puesto que hundimos todos nuestros barcos
qué viajes nos quedan para ofrecer?
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